A que la tostada…

¿Porqué a ls tostada se les cae todo cuando uno las muerde?

Osea, chale! Uno acá bien cuco con una camisa clara semi nueva (o al menos eso parece cuando la tiene uno guardada casi sin uso en el ropero) y con un tazón repleto de ceviche de soya con un chingo de kechu y chilito picado pa que agarre pegor y termine de taladrar ese semi agujero de gastritis que tenemos en el estómago.

Tons, tomamos la tostada, la acercamos a mitad del camino, mientras que la otra mitad del camino la recorre nuestra boca abierta (con los dientes por delante) y damos la mentada mordida a la mentadísima tostada. Hasta aquí todo bien, pero en cuanto apretamos la quijada, pueden pasar dos cosas:

1. Que la tostada se rompa con la forma de los dientes de uno y lo único que se chorree sea lo que quedó en la orillita de la tostada y que se columpié un poco en la barba (si te dejas la barba), ó…

2. Que la tostada se rompa como se le da la rejodida gana y el ceviche brinque sin compasión sacándote un ojo o que es peor, te manche la única camisa planchada que te quedaba o que simplemente era la única que no te hacía ver tan panzón como las otras.

Lo peor es que, ya teniendo opciones, yo prefiero usar una cuchara o un tenedor (previa prueba de dureza de tostada) para echarme mi tostadita en un platito… lo malo son los comentarios de » a que nena» o «así comen las señoritas».

Chale! Es eso o salir con la misma playera jodida de los loony toons de cuando se puso de moda el rap de gangsters… que por cierto mañana cumple 12 años. ¡Felicidades playera mía!

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